Permutas

Existen dos tipos

  • No Comerciales: Aquellas en las que se intercambian activos de la misma naturaleza y uso para la empresa y en las que los flujos de caja que se originan con el bien objeto de permuta son similares a los que originaban el antiguo. Donde el nuevo bien se recoge por el valor contable del bien entregado, donde se pueden contabilizar pérdidas pero no beneficios
  • Comerciales: Los activos que se intercambian no tienen ninguna relación entre ellos. El nuevo bien se valora por el valor razonable del activo entregado, salvo que se tenga mejor evidencia del valor razonable del bien recibido y siempre con el límite de éste. Las diferencias de valor entre activo recibido y entregado se recogen en el resultado pudiéndose contabilizar pérdidas y beneficios.

Es por tanto clave para determinar el tipo de permuta conocer los flujos de caja que originara el nuevo bien, y si estos son similares a los del bien entregado, la valoración será la del bien antiguo pues no existirá ninguna variación de contenido económico.

En el caso de permutas comerciales se debe valorar por el valor razonable del bien entregado en el momento de la permuta puesto que los flujos de caja difieren sustancialmente en cuanto a riesgo plazos e importes.

Existe la presuposición en la calificación de las permutas como no comercial, cuando no se pueda obtener:

  • Valoración fiable del valor razonable de los activos
  • Estructura de los flujos de efectivo futuros

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